GUÍA PRÁCTICA PARA DEJAR LOS PAÑALES

¿Cómo dejar los pañales de día?  Con amor, sin presiones ni comparaciones.

¿Cuándo empezar?  Depende de cada niño,  siempre es bueno esperar la iniciativa del niño de querer dejarlos.

Conviene tomar en cuenta la siguiente estadística sobre los tiempos que tienen los niños para el control de sus esfínteres:

¿Cómo hacerlo?

Retirar el pañal y decirle: “cuando tengas ganas de hacer pipí o caca, avisa”. Por supuesto no se harán pesados preguntando cada media hora ni todos los días, ni lo sentarán en el orinal cuando no lo ha pedido, ni le reñirán o criticarán o se burlarán de él por los escapes o por las falsas alarmas, ni mostrarán impaciencia. Su hijo dejará los pañales tarde o temprano, la idea es acompañarlos con amor en este proceso.

Ante los fallos: no se asombre, no se queje, no se ría, no compare, no critique ni mucho menos castigue. Limpie lo que haya que limpiar, cámbielo y listo.

Ante los aciertos: felicítelo pero no de manera exagerada pues eso podría presionarlo a no equivocarse a futuro.

¿Qué podemos esperar?

Posibles casos:	Recomendación
Caso 1: El niño que no quiere que le quiten su pañal. Están acostumbrados a llevarlo, no se imaginan la vida sin él.	-          Explíquele a su hijo que no se va enfadar si se hace pipí o caca en cualquier sitio. -          Si a pesar de ésta explicación, quiere usar el pañal, pues dejarlo con su pañal. Al fin y al cabo la idea no fue suya, fueron de sus padres los que decidieron ponerle pañal cuando nació y  no es culpa del chico si se ha acostumbrado. Se le dice “cuando quieras que te lo quite me avisas… ” y listo.
Caso 2: El niño que está contento sin pañal pero no es capaz aún de controlarse. No avisan, o avisan después de haber hecho.	-          Si son fallos ocasionales, pues tener paciencia y seguir sin pañal. -          Si el control es nulo: convencerlo en usar otra vez el pañal. Si se niega rotundamente a usar otra vez el pañal llegar a un acuerdo como por ejemplo: puedes estar sin pañal dentro de la casa pero lo pondremos si salimos a pasear). Si este acuerdo tampoco se logra pues tener paciencia y estar algunas semanas sin salir de casa.
Caso 3: El niño que está contento sin pañal, controla sus esfínteres pero no quiere usar el bacín/orinal. Avisan antes pero no quiere sentarse en ningún sitio.	-          Si pide ponerse el pañal para hacer ahí, pues durante una temporada hay que ponerles el pañal cada vez que hacen o cada vez que lo pidan. -          Si no pide ponerse el pañal para hacer ahí igual ofrecérselo, así como otras alternativa: inodoro de papás, adaptador del inodoro, o algún bacín que él elija. -          Si no quiere usar ninguna de estas alternativas pruebe a ponerle el pañal (aunque no lo haya pedido). No es malo volver a usar el pañal después de unos días o meses sin él. No es un paso atrás ni un retroceso, ni le hace ningún daño al niño. A no ser claro que él se niegue.

En todo el proceso recuerde siempre: no se asombre, no se queje, no se ría, no compare, no critique ni mucho menos castigue.

CÓMO HACER POR LAS NOCHES 

Aunque muchos niños pueden dormir secos a los tres años, otros muchos se hacen pipí en la cama (enuresis nocturna) hasta la adolescencia o incluso toda la vida. Durante la primera guerra mundial, el 1% de los reclutas norteamericanos fue declarado no apto para el servicio, por enuresis. La enuresis nocturna casi nunca tiene causa orgánica o psicológica, sino que depende de la maduración neurológica y de las características genéticas (va por familias).

Algunos niños consiguen no hacerse pipí en un dia especial (por ejemplo en casa de un amigo), a costa de pasar la noche prácticamente en vela. Por supuesto, no pueden hacerlo muchos días seguidos. Por desgracia algunos padres no comprenden el enorme esfuerzo que han hecho y se lo echan en cara (“en casa de Pablo bien que te portaste, pero aquí no te preocupas, claro, como estoy yo para lavar las sábanas”). Este tipo de comentarios, además de cruel, es falso.

Recomendación: si su niño lleva varias noches despertando con el pañal seco, pues pruebe retirar el pañal nocturno. De no ser así que siga con el pañal.

Mi experiencia:

Hace poco mi hijo dejó sus pañales. Todo partió por la iniciativa de él mismo y por las altas temperaturas que habían por aquí que hicieron que se sintiera bastante incómodo con el pañal. Para ser sincera al principio no sabía cómo hacer ni qué decir. Recordaba lo que había leído en el libro del Dr. Gonzalez pero al mismo tiempo pregunté a todas las mamás que ya habían pasado por esta etapa para saber cómo habían hecho.

Así que recibí muchos consejos, desde premiar con stickers, juguetes pequeños, globos, etc. Algunos me decían que había que dejarlo sólo con camiseta y descubiertos abajo, otros me decían que había que ponerles la truza para que se sientan mojados. El chiste es que cogí un poco de todos los consejos y empecé con: truza (calzoncillo), muchos stickers y preguntándole como cada 15 min. si quería hacer... (grave error mío) el resultado: mi hijo tenía miedo de mojarse, no quería hacer ni pipí ni caca. 

Se aguantaba hasta que ya no podía más, no estaba interesado ni en lo stickers ni jueguetes ni globos ni bacín ni nada (encajaba en el Caso 3 de la tabla de arriba). Así que contrariamente a lo que me decían bastante que regresar al pañal era un retroceso, yo decidí regresar al pañal para que se relaje y no le tome tanta importancia. Fueron 2 días en los que salimos, jugamos, paseamos y nos divertimos juntos. Al dia siguiente le quité todo y sólo le  dejé con su camiseta, le dije que avisara si quería hacer y procedí a cerrar mi boca. Si se mojaba yo no decía nada, mordía bien mi lengua limpiaba y listo. Lo mismo si ensuciaba. Si le atinaba le decía: muy bien! pero tampoco armaba mucho alboroto.

Para la tarde de ese mismo día, ya me estaba pidiendo el bacín.. y yo no lo podía creer. Me di cuenta que lo había estresado con tanto premio y preguntas cada 15 min. La pipí lo hacía parado y para la caquita me pedía que lo abrazara. Y sorprendenteme desde ese día sus pañales de la noche amanecen bien sequitos. Ojo, ha tenido fallos ocasionales sobre todo cuando salíamos a la calle, en estas oportunidades sólo le dije que no se preocupara que lo cambiaba y listo.

Tip. Si eres una mami que trabaja, dispón de 1 a 2 semanas de vacaciones para acompañar a tu hijo(a) en este proceso.

Fuente de información: Libro Bésame mucho del Dr. Carlos Gonzalez.

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